Dentro del valle de Manzanedo podemos encontrar al menos dos eremitorios rupestres: 1) La cueva de los moros o cueva del Hoyo al oeste del pueblo de Manzanedo en una zona escarpada y 2) Éste, de San Pedro de Argés, mucho más espectacular, hecho por los primeros eremitas que se establecieron en la época de la repoblación foramontana.
Aunque sea muy anterior al románico, sus arcos tallados se emparentan más con lo visigótico. Podrían considerarse como los precursores del románico. Es de esos lugares con un encanto especial donde lo antrópico se convierte en natural.
No es la primera vez que lo visito pero en esta ocasión había un buen motivo. La compañía de Pedro B. Ruano con el que pasé un día espectacular visitando parte del valle de Manzanedo y que merece varias visitas en el futuro. Quedaron en el tintero varios lugares de interés.
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