El Monasterio de San Juan de Ortega es un conjunto monacal de gran relevancia en el Camino de Santiago, con una historia que se remonta al siglo XI. Su origen está íntimamente ligado a la figura de San Juan de Ortega (Juan de Velázquez), un eremita y sacerdote nacido en Quintanaortuño (Burgos) hacia 1080.
San Juan de Ortega dedicó su vida a facilitar el tránsito de los peregrinos por los Montes de Oca, una zona peligrosa y de difícil acceso. Junto a Santo Domingo de la Calzada, trabajó en la construcción de puentes y caminos. El germen del actual monasterio se fecha alrededor de 1120, cuando San Juan de Ortega fundó una capilla y un pequeño monasterio con un albergue para los caminantes, estableciendo una comunidad de canónigos regulares de San Agustín para atenderlos. Tras su muerte en 1163, San Juan de Ortega fue enterrado en la actualmente denominada capilla de San Nicolás, siendo venerado y proclamado santo.
Hacia 1183, con la llegada de nuevos colaboradores, este establecimiento se amplió, convirtiéndose en el monasterio de San Nicolás, aunque con el tiempo pasaría a renombrarse como monasterio de San Juan de Ortega.
La capilla de San Nicolás, de finales del siglo XV, se levanta sobre el lugar donde se encontraba el núcleo original del monasterio. El edificio original era pequeño y de pobre acabado, lo cual sorprendió muy negativamente a Isabel La Católica en la visita que realizaría al monasterio en 1477. Precisamente, a instancias de la reina, se reharía dicha edificación, construyendo en su lugar la actual capilla, a la que se dotaría también de un retablo.
La iglesia monacal que vemos hoy comenzó a construirse en el último tercio del siglo XII, destacando su cabecera románica de tres ábsides. Sin embargo, las obras se paralizaron y no se reanudaron hasta mediados del siglo XV. En esta época, el obispo Pablo de Santa María entregó el monasterio a la Orden de San Jerónimo, quienes impulsaron su auge y realizaron importantes remodelaciones. Se finalizaron las naves y la fachada occidental en estilo tardogótico, y se construyó el imponente baldaquino gótico isabelino en el transepto.
A lo largo de los siglos, el monasterio ha sufrido diversos avatares, como los daños durante la Guerra de la Independencia y la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, que supuso el abandono de los jerónimos y la pérdida de bienes.
A pesar de ello, el Monasterio de San Juan de Ortega ha permanecido en pie, conservando gran parte de su estructura románica y gótica. Hoy en día, sigue siendo un importante centro de devoción y un albergue para peregrinos, manteniendo viva la tradición hospitalaria que le dio origen. Es especialmente conocido por el "fenómeno de la luz" que ocurre en los equinoccios, cuando un rayo de sol ilumina un capitel con la escena de la Anunciación.
Cabecera de tres cuerpos.
Albergue de peregrinos.
Canecillos del ábside.
Ventana absidial.
Sepulcro de S. Juan de Ortega en la capilla de San Nicolás.
Retablo de la Capilla de San Nicolás.
Detalles.
Capilla de San Nicolás.
Portada de la iglesia monacal.
Entrada a la iglesia.
Bóveda que sostiene el coro.
Pila bautismal.
Grafitos geométricos.
Baldaquino gótico isabelino.
Retablo de la vida de San Jerónimo.
Capitel de Roldán y Ferragut.
Capitel de la Anunciación y Visitación.
Santo Domingo de la Calzada.
Interior del ábside central románico.
Retablo del Juicio Final o de las Ánimas.
Detalles.
Triple capitel del Ciclo de la Navidad.
En este capitel se produce en los equinoccios el llamado Milagro de la Luz.
Varios findes marcaban la posibilidad de que en Villafranca Montes de Oca iba a nevar y nuestra intención era ver decorados estos magníficos paisajes con algo de nieve, pero no fue así. No obstante aprovechamos en hacer un trayecto que incluía la visita a la localidad, continuar parte del camino de Santiago que sube por las traseras de la iglesia para ganar altura y ver el paisaje, y al final, acercarnos a la ermita de San Felices. Esta ermita, supuestamente, es lo que queda del ábside de un antiguo monasterio datado entre los siglos VI al IX. ¿Obispado de Auca?.
Comenzamos.
Vista de Villafranca Montes de Oca.
El Camino de Santiago marca la localidad en todos sus rincones.
Subiendo a la iglesia parroquial.
Iglesia de Santiago el Mayor. S. XVI.
Antiguo Hospital de San Antón Abad fundado en 1380 por Juana Manuel de Villena, Reina Consorte de Castilla.
Patio del Hospital.
Jardines del Hospital de San Antón Abad.
Buscando altura para contemplar panorámicas de Villafranca Montes de Oca.
Encontramos esta gran plataforma llena de restos de tejas donde las vistas son espectaculares. Por un momento pensé que pudo haber sido un pequeño castro pero tras consultarlo, en realidad todos esos restos de tejas procedían de una antigua tejera.
Vistas al sur, hacia el Ibérico Norte.
Las montañas estaban cubiertas de nieve.
Un fantástico mirador.
Ruinas al lado de la carretera.
Tras visitar la localidad nos dirigimos a la ermita de San Felices.
Solo se conserva el ábside, recuerdo del antiguo monasterio de San Félix de Oca.
Se aprecian muy bien que las piedras blancas, de origen romano, han resistido mucho mejor el desgaste y la erosión. Caso contrario a los sillares de arenisca ¿visigodos?, que se encuentran muy erosionados.
Imagen en B/N de la Diputación Provincial de Burgos, y que ha sido tratada con IA para conseguir mejorar la imagen y observar que hace muchos años aún conservaba un muro lateral.