Ruta del agua. De Castil de Lences a la cascada del Torcón.
Tras visitar su iglesia románica, cuando estábamos a punto de salir de Castil de Lences tuvimos la suerte de encontramos con Víctor Mendieta, alcalde del pueblo, que nos propuso ver una cascada poco conocida que se encuentra en una barranco horadado en la piedra de toba. Su nombre: la cascada del Torcón. No quisimos desaprovechar la ocasión de conocer los diversos saltos que la componen. Su intención es ponerla en valor como parte de una ruta senderista.
Actualmente la profunda torca está casi oculta por la vegetación que
impide casi hasta intuir los saltos, si no fuera por el bramar de sus
aguas. Su acceso actualmente es inextricable. Necesité en varios
momentos el apoyo de Víctor, más conocedor del terreno. Aunque se nota que ya ha metido muchas horas en desbrozar, proyectar y
adaptar sendas de acceso que faciliten su visita, todavía hay mucho
trabajo por delante y necesita personas que le ayuden. Hay prevista una
pasarela por encima del torcón que podría ser la guinda.
El proyecto tiene mucho potencial y añadiría un atractivo más a los que ya dispone la villa. Aunque es uno de los pueblos más bonitos de la comarca, confío en que, no pasado mucho tiempo, pueda incluirse en el club de los pueblos más bonitos de Castilla y León y quien sabe si de los más bonitos de España. Motivos tiene.
Precisamente su ubicación, en un lugar aislado de vías de comunicación, ha servido para que conserve tanto su arquitectura popular, con sus bonitas casas de piedra muy bien conservadas y adornadas con flores, como su patrimonio monumental. Todo ello aderezado con el murmullo de las aguas que descienden por el caso urbano a través de canales y alcantarillas de arcos de piedra.
Además su entorno paisajístico y natural guarda lugares tan pintorescos como el santuario, al aire libre, de la Virgen de Manalagua. Su imagen tallada en piedra situada en un balcón empotrado en el farallón rocoso, preside el impresionante paraje encajonado, con vistas abiertas a la Bureba.
El nombre de "ruta del agua" nos la sacamos de la manga, comenzándola desde la alcantarilla, de origen barroco, que es atravesada por el arroyo Castil. Este arroyo circula por el casco urbano y en él confluyen distintos manantiales a través de canales y alcantarillas de arco.
Piedras de molino que dan fe de los antiguos molinos que existieron en el cauce del arroyo Castil.
Arquitectura popular.
Fuente con una especie de antigua canaleja rellenada y apoyada sobre dos columnas de piedra. Seguimos el trayecto del arroyo.
Comienzo del Torcón. Parte alta.
Futuro acceso a la cascada en la parte alta.
En la parte más baja de la cascada. "Controlando ángulos".
Paredes de roca de toba en el lateral del barranco que dan cuenta del desnivel que tiene que salvar el arroyo Castil.
A duras penas pudimos ver algunos de los saltos de agua que discurren ocultos por la espesa vegetación que los cubre.
Vadeando.
Cascada del Torcón. El salto más visible ya en la parte baja.
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