Hacía tiempo que quería visitar este pequeño pueblo y dos circunstancias fueron determinantes: la carretera, por fín arreglada, y su iglesia que ha sido objeto de una consolidación estructural.
El plato fuerte evidentemente era ver las famosas y misteriosas campanas con crípticos mensajes, en tipografía y alfabetos diferentes, cuyo significado nadie hasta ahora ha sabido descifrar. Lo único que acertamos a leer es la fecha de una de las campanas, con números romanos muy separados y que rodean por arriba las campanas. (M D L I I I : 1553). De leyendas y demás dio cumplida cuenta el gran Elías Rubio Marcos en su blog Memorias de Burgos y que se pueden consultar clicando aquí.
Cuando llegamos pudimos contactar con los tres hermanos que viven de continuo para que nos enseñaran la iglesia reformada. Urbano, una persona super amable, nos abrió las puertas de la iglesia para luego subir al campanario y hacernos una demostración del sonido tan potente y musical que producen las hermosas campanas de bronce. Desde que se produce el último toque de badajo el sonido vibrante, como el de un diapasón bien afinado, se prolonga durante más de tres minutos como un eco infinito que resulta sorprendente. Por pura casualidad coincidió el momento en que los pueblos tañeron las campanas como una reivindicación de la España vaciada para que se hagan oir y que no se olviden del mundo rural y sus grandes carencias con respecto a los que viven en las ciudades. Nuestro apoyo es incondicional.
De paso, no quisimos desaprovechar la ocasión de callejear por los pocos rincones del pueblo. Nos llama la atención lo bien arregladas que están las pocas casas que conforman el casco. No hay ninguna en estado de ruina.
Durante el paseo vimos restos constructivos de pilares y un capitel que seguramente procedería de la ermita arruinada de San Pedro que se ubica a unos 400 metros del pueblo. Ni que decir que ha servido de cantera para mucha gente, como un canecillo románico procedente de dicha ermita que se encontrará adornando alguna casa del pueblo. Pero se sabe que muchos elementos de interés han sido trasladados a otros lugares de la comarca.
Lo mismo pasa con otros elementos, como una pila bautismal exenta que procede de Ahedo de Bureba y se encuentra dentro del templo. La pila bautismal, también exenta, que está en el exterior, procede de la ermita arruinada. En referido despoblado de Ahedo, muy cercano a San Pedro de la Hoz, podemos admirar una de las portadas románicas más interesantes del románico burebano. Así mismo en el municipio de Galbarros al que pertenece San Pedro, se localiza una humilde iglesia románica que a pesar de su rusticidad, merece la pena visitar.
Resumiendo, un pueblecito en un bonito valle que resulta de lo más agradable y tranquilo, apto para vivir habitualmente o residir en temporadas. Necesitamos que el mundo rural se regenere con nuevas almas que añoren el campo y sus raíces.
Encuentro con los paisanos.
Capitel, posiblemente románico, haciendo de valla particular.
Iglesia dedicada a la Asunción de Ntra. Sra. De estilo renacentista.
La torre donde se encuentran las interesantes campanas y que está adosada a la iglesia es visiblemente más antigua. Posiblemente asociada a un templo románico.
No solo es más antigua sino que aparentemente ha sufrido derrumbes en su planta superior que han sido restaurados con muros de entramado de madera con mortero de cal, de ladrillo o de sillarejo típicos en la vivienda rural.
Vistas del valle.
Portada de la iglesia.
Pila en extramuros de la iglesia procedente de la ermita arruinada de San Pedro.
Pila benditera, posiblemente románica, en la entrada de la iglesia.
Pila bautismal exenta del interior procedente de Ahedo de Bureba lo que hace suponer que es románica.
Bóvedas.
Retablo de la Asunción en madera de nogal.
Las misteriosas y enormas campanas.
Números romanos rodean la parte superior de las campanas.
Tipografías crípticas dificiles de traducir.
Numerosas exapétalas encuadran signos extraños.
¿Letras, signos, símbolos?.
Interior de las campanas. ¿Podría estar aquí la clave?.
Demostración por parte de Urbano del tañir de estas campanas en un día muy especial.
Ermita/iglesia arruinada de S. Pedro en las cercanías de la localidad cubierta por la vegetación.
Canecillo románico que representa una especie de prótomo de bovino astado de orejas puntiagudas y ojos almendrados.
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