La sierra de Entzia en territorio alavés guarda lugares de mucho interés como el laberinto de Arno, el de Iturbaz, la cascada de Atau... Entre ellos destaca el parque megalítico de Legaire, que se localiza en una extensa vaguada en altura con numerosas praderas entre el cresterío norte y oeste de la Sierra de Entzia y los exuberantes bosques de hayas y robles que la circundan por el sur, por donde es más fácil llegar.
En las campas de Legaire se ha documentado alrededor de un centenar de megalitos, construcciones prehistóricas realizadas con grandes piedras ("mega- litos"), que se extrajeron de una cantera situada en el cercano monte Baio. Las vacas y los caballos mantienen las campas limpias que impiden el crecimiento desmesurado de la hierba. Son como cortacéspedes naturales que frenan los incendios.
Se levantaron a partir del Neolítico medio, hace unos 5500 años, por sociedades que ya practicaban la agricultura y la ganadería: desde menhires, dólmenes, túmulos hasta un crómlech con su pequeña cista de la edad del hierro.
Los menhires son monolitos hincados verticalmente, de altura variable, que sirven de hitos en el paisaje, aunque su significado es incierto.
Los túmulos son acumulaciones, generalmente circulares, de piedras pequeñas. Su función es diversa, aunque en ocasiones sirvieron para enterrar los restos de cadáveres o sus cenizas.
Los dólmenes son monumentos funerarios habitualmente caracterizados por un túmulo exterior y una cámara interior, delimitada por grandes losas de piedra, donde se depositaban los difuntos de una comunidad a lo largo del tiempo. Se trata de las construcciones arquitectónicas más antiguas conservadas en la zona.
Las cistas son una versión reducida de los dólmenes. Su cámara no mide más de 1 m2, por lo que se destinarían a inhumar unos pocos individuos.
Los cromlechs son círculos de piedras, entre las que a menudo se alzan varios menhires. A veces encierran enterramientos o incineraciones en su interior.
Comenzamos la travesía desde el parking Igorita después de subir el puerto de Opakua y desviarnos a la izquierda nada más alcanzar el puerto. Desde este punto hay un cartel que indica 2 km. hasta el parque megalítico de Legaire. Ya en el parque encontraremos un cartel informativo de la ubicación de dichos megalitos y las sendas que deberemos tomar. Nosotros optamos por hacer una selección de los que consideramos más interesantes y comenzamos la travesía hasta alcanzar el menhir de Atau, desde donde se contempla la Cruz de Mirutegi y la parte alta de la cascada de Atau, alcanzando la vista incluso al embalse de Ullibarri Gamboa y la llanada alavesa.
"Los elegidos".
Comenzamos:
Menhires Legaire Este.
Balsa de agua.
Dolmen y menhir Legaire Norte.
Akarte. Posiblemente uno de los menhires más altos de Euskadi.
Clic.
De frente.
De perfil.
Al fondo se divisa la sierra de Urbasa, ya en territorio navarro.
Menhir de Mendiluce, poco antes de alcanzar el crómlech.
Vistas panorámicas.
Monumento funerario de la edad del Hierro
Crómlech de MENDILUZE.
(Breve paréntesis.). Encuentro similitudes con las tumbas de túmulo circulares en forma de crómlech de la necrópolis de La Polera de Ubierna (Burgos) en cuyo centro, varias de ellas, ubican un menhir de mayor o menor tamaño al lado de la cista. Datan de la I o II edad del hierro. Se encuentra asociada a un gran castro en altura. Clica aquí para comprobarlo. Resulta extraño que en el parque megalítico de Legaire, debido a la gran cantidad de megalitos, no haya aparecido algún pequeño asentamiento o poblado asociado. No tengo conocimiento de ello.
Retomando el crómlech de MENDILUZE.
Clic.
Alto de la Chabola. Túmulo de Lekuona.
En descenso para retomar la senda.
Menhir de SURBE.
Menhir de ATAU.
Cruz de Mirutegi.
Descendiendo hacia donde se precipita la cascada de Atau cuando lleva agua.
Punto de caída de la cascada.
Hacia el este, a lo lejos, podemos contemplar la Sierra de Urbasa.
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