Ermita de San Esteban de Viguera (Comarca del Alto Iregua - La Rioja).
Esta singular ermita se encuentra protegida por una gran peña, que alberga cuevas y restos de antiguas construcciones. No necesita cubierta de tejas. Su acceso se hace desde el pequeño barrio de San Estéban, que atraviesa la carretera de Soria por una tortuosa y empinada senda ascendente en zig-zag. No es apta para para ir con niños.
Para visitar su interior hay que dirigirse al pueblo de Viguera y solicitar las llaves en el Bar Restaurante El Refugio, en caso de que haya llaves disponibles. Es necesario aportar el nombre, un teléfono y 5 euros de fianza que serán reintegrados al devolver la llave.
La ermita es de mampostería, formada por una nave cuadrangular cubierta con bóveda de cañón seguido, y una cabecera más baja y estrecha con el ábside semicircular.
Existen diferentes teorías a la hora de datar el origen de este templo que parece un ejemplo de las primeras construcciones prerrománicas realizadas por los cristianos tras la reconquista de estas tierras.. La construcción original puede remontarse al siglo X, o incluso antes. Tal vez como pequeña iglesia vinculada a un establecimiento eremítico o quizá como oratorio castrense adscrito a alguna construcción defensiva desaparecida.
La configuración del edificio actual corresponde a la suma de las reformas a las que fue sometido a lo largo de su historia, siendo una de las más relevantes la que pudo efectuarse en torno al siglo XII, cuando se le añadió la cabecera de ábside semicircular y posiblemente se llevaron a cabo las ricas pinturas murales que atesora.
En 1953 se reconstruyó la ermita, y en sus muros aparecieron las mencionadas pinturas murales al fresco, que relatan pasajes del Apocalipsis. Estas se consideran el conjunto pictórico románico más importante de La Rioja y uno de los más singulares del norte de España.
Una importante característica de este edificio es su iconostasis, muro horadado por una puerta central y dos ventanas laterales de medio punto, que comunican la nave con el presbiterio y el ábside. La presencia de la iconostasis era una exigencia de la liturgia mozárabe, en la que los fieles debían estar separados del altar.
Vistas al cordal bajo el cual se encuentra la ermita.
Acercamiento en zoom desde Viguera.
Antes de tomar la senda que asciende a la ermita, visitamos el puente medieval sobre el río Iregua, que está muy cerca.
Puente medieval.
Comienzo de la senda.
La ascensión por la senda entraña cierto peligro por las piedrecillas sueltas que podrían hacernos resbalar.
Ya faltaba poco.
Desde la ermita se contempla de frente el prominente cerro del castillo de Viguera.
Llegando al destino.
Vistas de la ermita desde distintas alturas.
Al estar cubierta bajo la peña, carece de tejas.
Entrando en la ermita.
Iconostasis: separación nave/presbiterio.
Virgen sin el niño en mandorla sujeta por 4 ángeles. A la izquierda el Rey Herodes o Rey de Viguera. A la derecha el Rey David o el Rey de Viguera.
Posible representación de la Última Cena.(En la nave).
La nave.
Iconostasis: A la izquierda figura masculina, en el centro Virgen con corona regia y en la parte superior derecha escena de crucifixión.
Desde dentro de presbiterio hacia la nave.
Zona izquierda de la cabecera: Apóstoles dialogando.
Zona central de la cabecera, parte de un posible Pantocrátor.
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