Uno de los lugares más pintorescos de Soria es sin duda la ermita de San Saturio, levantada sobre una peña horadada en la orilla del Duero.
Antes de llegar a la ermita es necesario atravesar el monasterio de San Polo (hoy de propiedad particular), de connotaciones templarias y caminar a orillas del Duero hasta alcanzar las escalinatas de la ermita/cueva de San Saturio.
Según cuenta la leyenda, cuando Saturio llevaba viviendo treinta años en la cueva donde se asienta la ermita, vio a un joven (de nombre Prudencio) que intentaba cruzar a nado el río y le empezó a advertir de la peligrosidad de la acción. Cuando todo el mundo esperaba que el joven muriese ahogado por la corriente, llegó sano y salvo a la orilla. Es más, ni siquiera llegaron a mojar las aguas sus prendas. El joven subió hasta lo alto de aquellos riscos para solicitar la bendición del eremita, y de paso, pedirle permiso para quedarse a vivir con él.
Comienzo del paseo: atravesando el arco del antiguo monasterio de San Polo.
Por todo el trayecto a orillas del Duero es inevitable echar la vista a la ermita.
Subiendo la escalinata nos adentramos en la cueva.
Desde el borde de la escalinata las vistas del Duero son espectaculares.
El acceso se hace desde la cueva que hay en la parte baja.
Cueva de San Prudencio.
Sala vivienda del santero.
Sala del Ayuntamiento y de los Canónigos.
La iglesia, profusamente decorada con su altar barroco.
Recomiendo la lectura de El santero de San Saturio, de Juan Antonio Gaya Nuño, para entender lo que esta cueva y estos parajes representan para el espíritu de los sorianos.
2 comentarios:
Recomiendo la lectura de El santero de San Saturio, de Juan Antonio Gaya Nuño, para entender lo que esta cueva y estos parajes representan para el espíritu de los sorianos.
Estupenda recomendación 👍
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