Berlanga de Duero, al suroeste de la provincia, se ubica en un territorio fronterizo lo que dio lugar a diversas batallas y reconquistas.
La localidad conserva aún la elegancia y el esplendor del pasado: su castillo, uno de los más espectaculares de la provincia, murallas, calles porticadas y otros edificios monumentales convierten a esta localidad en Conjunto Histórico Artístico.
El Cid fue el primer alcalde de Berlanga de Duero y como testigo de su importante pasado, a la entrada de la villa, junto a la ermita de la Soledad del siglo XVI, conserva su rollo gótico, siendo éste uno de los más interesantes de la región.
Mantiene también la estructura y arquitectura de una población medieval con palacio ducal, casas señoriales, convento, puerta de Aguilera, hospital extramuros, plaza Mayor de arquitectura castellana y colegiata de estilo renacentista que destaca por su concepto del espacio y la pureza de sus líneas.
(Soria ni te la imaginas).
Castillo de orígenes islámicos.
Fue reconstruido en fases por la familia Tovar durante los s. XIV y XV.
Cerca vieja.
Plaza mayor.
Calle Real.
Casa señorial. S. XVI.
Rollo gótico.
Ermita de la Soledad.
Hospital de San Antonio, S. XVI.
Ermita de la Virgen de las Torres.
Puerta Aguilera S. XIV-XVI.
Colegiata de Sta. María del Mercado.
Palacio de los Marqueses de Berlanga y Duques de Frías.
Comenzando la subida al castillo.
Cerca vieja.
Cerca vieja.
Poco a poco accediendo al castillo.
En el camino nos topamos con una necrópolis rupestre vinculada a una de las iglesias que tuvo Berlanga.
De este pueblo es Fray Tomás de Berlanga, descubridor de las Islas Galápagos que, ni corto ni perezoso, se trajo un caimán que se muestra en la colegiata.
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De este pueblo es Fray Tomás de Berlanga, descubridor de las Islas Galápagos que, ni corto ni perezoso, se trajo un caimán que se muestra en la colegiata.
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