Se trata de una pequeña ruta cargada de naturaleza, arqueología, historia y patrimonio en vías de desaparición.
El punto de inicio le comenzamos en el monasterio benedictino Santa María la Imperial de Obarenes.
Se encuentra incluido en la lista roja de patrimonio en peligro. Impresiona verlo enmarañado de yedras lo que hace sentirse en un lugar misterioso, donde la naturaleza invade de forma implacable, un monasterio que tuvo mucha importancia en el pasado.
A través de un camino que desciende se alcanza un cruce bien señalizado que nos lleva hasta el punto de destino: El grupo eremítico de San Mamés que lo componen una necrópolis rupestre, un conjunto de cuevas artificiales que fueron cobijo de eremitas en épocas de la repoblación y los restos de un ábside, posiblemente prerrománico. Todo ello se encuentra en lo alto de un monte rodeado de un tupido bosque de hayas, encinas y quejigos muy bien conservado, perteneciente al parque natural de Montes Obarenes-San Zadornil.
Su ubicación exacta no fue descubierta hasta comienzos del siglo pasado por un fraile de la Salle de Bujedo .Esto nos da una idea de lo complicado que fue su redescubrimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario