Un año más me adentré en el precioso hayedo de Somoro, pero en esta ocasión fui muy bien acompañado. El año pasado lo impidió el confinamiento perimetral. Estos últimos años se está convirtiendo en una visita obligada, casi ritual. Encierra muchos recuerdos: "El árbol de mi secreto", y como tal, seguirá siendo así.
Espero volver el próximo año y también acompañado de Pedro.
A pesar del día gris intentamos sacar buen partido del paseo de este pasado sábado e igualmente introducirnos en el interior de una haya centenaria y mostrar, de una forma "especial", lo que de otra manera sería imposible. Queda muy bien recogido en el vídeo que no os podéis perder.
Continuará...
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| El sol apareció un rato, tímidamente. |
VÍDEO ELABORADO POR KEPA B. RUANO:
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