martes, 10 de junio de 2014

El despoblado de Tamayo (Oña)



Ruinas, casonas muertas con sus cerrojos echados,  iglesia descarnada, bodegas, vestigios de un castillo, y la base rupestre de una ermita en la parte alta del pueblo. Testigos y testimonios de un brillante pasado que nunca volverá. Así es/está Tamayo.  Cuando paseas por sus calles da la sensación que desde cualquier ventana estás siendo observado por las sombras de sus nobles habitantes del pasado.

 Muy interesante: Por mediación de Alejandro Yagüe Llorente os reseño lo que que figura en el Catastro de la Ensenada que elaboró Pascual Madoz con respecto a Tamayo:

"...En los días 19 y 20 de Marzo de 1848 que fueron de terror y espanto
para los vecinos de esta población, ocurrió un horroroso fenómeno que
pudo haberla hecho desaparecer de la faz de la tierra: dejaremos aquí consignado
este acontecimiento de terrible recuerdo, para admiración de la posteridad.

Un arriero que salía de la población principió a sentir que la tierra se conmovía
a sus pies, y asustado retrocedió como pudo a ella, donde contó lo que ocurría. No
tardaron las gentes en convencerse de la certeza de cuanto el arriero les contaba.
Las piedras se sacudían unas con otras; la tierra ostensiblemente se avanzaba hacia el lugar;
el viñedo y árboles frutales que allí había desaparecieron, convirtédose aquel sitio
ameno en peñasco árido y escabroso, las lomas y colinas en llanos y los llanos en terrenos
desiguales y elevados. Ninguno conoce sus heredades, por haberse borrado las señales
de sus respectivos linderos. Uno busca su heredad del trigo en punto donde a su parecer
debería estar, y la encuentra sembrada de patatas, y así lo demás: de suerte que nadie
absolutamente conoce sus propias fincas.

Lo más particular que ofrece este fenómeno es su larga duración sintiéndose por dos
días continuos, aunque con más o menos violencia. El cielo se cubrió como de polvo
por aquella parte donde tuvo lugar esta catástrofe que afortunadamente no llegó
en el pueblo de Tamayo más que a una casa que derribó: a pesar de su proximidad
a Oña nada percibieron ni sufrieron estos habitantes hasta la relación de los de Tamayo."



Curioso dintel

Escudo en la fachada de la iglesia

Antigua bodega

Ruinas del Castillo

Panorámica desde Tamayo. Al fondo: Oña

Entorno de la ermita rupestre desaparecida

Base rupestre de la desaparecida ermita de San Sebastián.




   VÍDEO RECOPILATORIO:

6 comentarios:

Daniel F. dijo...

Hace muchos años dormimos en esa Iglesia unos cuantos jovenes... acojona y mucho ese pueblo por la noche..

Fernando dijo...

Y la de pueblecitos en Castilla que correrán esa misma "suerte"

Que se le va a hacer!

Minerva dijo...

Hola Zalez: Entonces que es lo que ocurrio un corrimiento de tierras. El dicciorario de Madoz no se sabia que contase cosas como esas, pero como dice, esta bien que quede para la posteridad.

ZáLeZ dijo...

Hola Temu; Seguro que en la noche impone muchísimo más que Ochate con todas sys historias . <<si es que en Ochate de no haber no hay más que cuatro ruinas mal puestas. Tamayo tiene cACHé

ZáLeZ dijo...

Fernando eso ya ha empezado hace muchos años por desgracia

ZáLeZ dijo...

Minerva, el diccionario de Madoz se merece un credito. (Era oficial)