Tras visitar la necrópolis de Argiñeta tocaba callejear por Elorrio con nuestro guía "personal" para conocer la localidad ya que tiene mucho que ofrecer.
La villa de Elorrio, fundada en 1356 en la comarca del Duranguesado (Bizkaia), tiene una historia ligada a la agricultura, la ganadería y la industria metalúrgica de las ferrerías. Su prosperidad, especialmente entre los siglos XVI y XVIII, se refleja en su rico patrimonio arquitectónico, con numerosas casas-torre y palacios que le han valido el título de "conjunto histórico-artístico".
La figura más destacada de Elorrio es San Valentín de Berriochoa, quien es el patrón de la villa. Es considerado el segundo patrón de Vizcaya y de la diócesis de Bilbao, después de Ignacio de Loyola. Nació en Elorrio en 1827 y se convirtió en obispo de Tonkín (Vietnam). Fue martirizado en 1861 y posteriormente canonizado por el Papa Juan Pablo II en 1988. Su casa natal, la cual se puede visitar, es uno de los puntos de interés más importantes de la localidad, y su figura es un pilar fundamental en la identidad y las festividades de Elorrio.
La basílica o iglesia de la Purísima Concepción es el monumento más destacado del patrimonio artístico de la villa y uno de los más sobresalientes de la arquitectura religiosa renacentista en todo el País Vasco.
Elorrio además es conocida como "la villa de los palacios" debido a la gran cantidad de edificios señoriales que alberga en su casco urbano. Muchos de estos palacios, de estilo renacentista y barroco, están adornados con escudos de armas que simbolizan el poder y la riqueza de las familias que los mandaron construir.
Los cruceros, o cruces de piedra, son otro elemento característico del paisaje de Elorrio. Estas esculturas, a menudo situadas en encrucijadas de caminos o en los límites de la villa, tienen tanto un valor religioso como simbólico.
Basílica de la Purísima Concepción.
Torre barroca de la basílica.
Pórtico gótico de la Basílica.
Retablo mayor, barroco.
En partes.
Grandiosa bóveda.
Mausoleo de S. Valentín de Berriochoa.
Casa Urkizu S. XVII.
Palacio Arabio. Renacentista.
Puerta del Rosario. S. XX
Portal del Campo.
Palacio de Arespakotxaga y Portal del Campo.
Crucero de Santa Ana. S. XVI.
Palacio Urkizu. S. XVIII.
Errebonbilloa. S. XXI.
Palacio Urkizu Iturbe. S. XVII.
Palacio Arriola. S. XVII. Casa natal de S. Valentín de Berriochoa.
Escudo del palacio de Altzerreka-Mendiola. S. XVII.
Escudo del palacio de Lekerika Otsa. S. XVII.
Palacio Otsa.
Crucero de Kurutziaga. S. XVI.
Fuente y Crucero de San Juan. Al fondo, el Palacio de Urkizu "Tola". S. XVII. Hasta aquí llegamos y de vuelta en buena compañía. Un finde estupendo.
A las afueras de Elorrio, frente a la ermita de San Adrián, se encuentra el conjunto funerario de Argiñeta, constituido por veinte sepulcros y cinco estelas. Pese a que estas piezas fueron construidas en la Alta Edad Media para ser utilizadas en las necrópolis de las distintas barriadas del entorno (Mendraka, Miota, Berrio), fueron reagrupadas en el siglo XIX, creando el paraje evocador y romántico que hoy podemos apreciar. Es el conjunto de sus características más importante del País Vasco, tanto por el número y calidad de sus elementos, como por la remota cronología de algunos de ellos (siglos VII-IX).
Los sepulcros son de piedra de arenisca procedente de las canteras del monte Oiz. Constan de dos partes: la caja, de una sola pieza, con forma antropomorfa, y la cubierta, de sección triangular a modo de tejadillo. Son de dimensiones diversas y, en algunos casos, no se corresponden los dos elementos.
Los que mayor interés tienen son el segundo y el tercero de la hilera de la izquierda puesto que en sus tapas se pueden leer sendas inscripciones funerarias que constituyen los testimonios escritos más antiguos de la presencia de núcleos cristianos en Bizkaia.
En la inscripción del segundo se lee: “Obiit F(a)m¯ (u)l(u)s d¯ (e)i Paterna XVII k(l)ds Augustas” (Murió paterna, siervo de Dios, el 17 de las Kalendas de Agosto). La inscripción del tercero, por su parte, dice “In De(i) Niomine Momus in copore bibentem /in era DCCCCXXI mi fecit/ ic dormit” (En el nombre de Dios, Momus en vida corpora/ en la era 921 (año 83) me hizo/ Aquí duerme”.
Las estelas fueron también labradas en arenisca del Oiz. Cuatro son discoideas y una triangular. De las primeras destacan las grandes cabezas ovales que apoyan en estrechos cuellos realzando el aspecto antropomorfo de las mismas. La iconografía representada es fundamentalmente de carácter astral (círculos concéntricos, prolongaciones radiales, cruciformes, orlas dentadas, etc.), repitiendo motivos heredados de una larga tradición aunque interpretados según esquemas mentales de filiación norpirinaica, desconocidos hasta finales del siglo VI en el territorio.
La imagen actual de Argiñeta difiere sensiblemente de la que poseía en la Alta Edad Media, ya que entonces era una necrópolis, como tanta otras del Duranguesado, ubicada en los alrededores de una pequeña iglesia y con enterramientos de diversa calidad, respondiendo al prestigio social y jerarquía de los distintos miembros de la comunidad. De hecho los de menor rango eran enterrados en fosas excavadas en la tierra, de las que todavía quedan testimonios, pendientes de ser analizados e interpretados.
Texto: Fernando Velazquez.
Ermita de San Adrián.
Tanto las estelas como los sepulcros datan de la Alta Edad Media.
Ermita de San Adrián.
Testimonios escritos mas antiguos de la presencia de núcleos cristianos en Bizkaia.
Estelas discoides de carácter astral.
Vistas desde el depósito.
Montes del Parque de Urkiola.
Nuestro guía "personal" durangués, que nos acogió durante el finde en su casa, a placer. Un poco reacio a salir en las fotos, le convencí para así tener un recuerdo que se remonta a muchos años ha. Al fondo el emblemático Udalatx aplicando algo de zoom y es que mejor imposible. Mila esker zuri. Besarkada handi bat.
Trasladando a un momento presente lo vivido en tiempos muy lejanos que quedaron para el recuerdo: