viernes, 31 de marzo de 2023

Ruinas del castillo de Guevara (Álava). Recreación.


    Antes de nada conviene saber un poco la historia y los motivos de su destrucción de lo que fue esta gran fortaleza para luego entender  las razones que nos llevaron a visitar estas imponentes ruinas. Todo tiene su porqué: 

El castillo de los Guevara/Gebara fue probablemente uno de los más espectaculares de Álava por no decir, del norte de España. Data de finales del siglo XIV o comienzos del XV, aunque se supone que se reconstruyó sobre un castillo del siglo X.  Fue residencia de los Guevara, Condes de Oñate desde el s. XV. 

El castillo tuvo mucho protagonismo entre las guerras banderizas entre diferentes linajes de la nobleza rural de los territorios vascos, aglutinados en torno a dos familias: los Gamboa y los Oñaz, dando origen a los bandos de los gamboínos y oñacinos. Así, a los Gamboínos pertenecían las familias de los Gamboa, Guevara, Balda, Olaso, Abendaño, Ayala (en Vitoria) y Leguizamones (en Bilbao), y tenían como aliados a los agramonteses y al Reino de Navarra. Y a los Oñacinos pertenecían las familias de Oñaz, Mendoza, Lazcano, Mújica y Butrón, Calleja (en Vitoria) y Zurbarán (en Bilbao) y tenían como aliados a los beamonteses y a la Corona de Castilla.

Durante la primera guerra carlista, Guevara fue un bastión de los carlistas, acantonados en el castillo. El general liberal Córdoba tomó el castillo en 1835, pero más tarde fue recuperado por los carlistas y en represalia por la ayuda de los habitantes de la zona, el ejército gubernamental liberal, a las órdenes del general Zurbano, incendió el pueblo el 19 de septiembre de 1838. En 1839, tras ser asediados y vencidos por los liberales isabelinos (tras el Abrazo de Bergara los defensores del castillo de Gevara resistieron un sitio de 18 días, hasta el 25 de septiembre, convirtiéndose en los últimos carlistas en rendirse), quisieron que de ese castillo no quedase nada. Por ello los nuevos vencedores, al acabar la guerra en 1839, decidieron reducirlo a cenizas. 

La demolición del castillo se produjo a las dos de la tarde del 30 de noviembre de 1839. El interés en destrozar el castillo por completo se puede observar al ver la cantidad de pólvora que utilizaron para derruirlo: 288 arrobas de pólvora (más de 2.500 kilos).

Hubo un intento de reconstruir el castillo por parte de los carlistas, para lo cual se llevaron allí piedras de las murallas de Salvatierra, más de 10.000 carros de piedra salieron de Salvatierra hacia Guevara. 
   
Pero estamos en la actualidad y hete aquí que mientras visitábamos las ruinas, para arriba, para abajo, para adentro..., me encontré con el famoso fantasma o duende que  habitaba en la torre y me dijo que habían destruido su torreón y necesitaba una reforma.  
  
Volver a reconstruir este castillo o mejor dicho, recrearlo digitalmente de acuerdo con los grabados que se conservan de él, tiene su razón de ser, y no es por el "deseo del duende". Y entonces ¿Cuál es el motivo real? Porque tenía la ilusión de convertirlo en un regalo de cumpleaños para Pedro.  Felicidades. Zorionak. Y que cumplas muchos años más para seguir unidos en el camino de la vida. 
    

Punto de partida: El pueblo de Gebara.

Primera parada: Las ruinas del Palacio de los Gebara.



Poco a poco dejando atrás el pueblo.

Alcanzando este collado hay que desviarse a la derecha para subir a las ruinas del castillo.

Y aquí están.

Las vistas desde las ruinas son espectaculares.


Zorionak zure urtebetetze egunean!






El embalse de Ulibarri-Gamboa y al fondo, el Gorbea.


Pasadizos que se pueden visitar a través de una tronera.



Ozaeta.

El Gorbea.



RECREACIÓN DEL CASTILLO:!! A por ello ¡¡.

Referencias gráficas..

Las ruinas vistas desde poniente.

Imagen actual.

Recreación. Vista desde el Oeste.

Ampliación.

Segunda toma actual, desde las ruinas del palacio.

Recreación: Perfil del castillo desde el sur.

Ampliación.

VÍDEO ELABORADO POR KEPA B. RUANO:

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