Ermita de San Vitores, cueva del Sastre y Cantabrana. Todo en un trayecto.
En un principio nuestra intención principal era visitar la Ermita de San Vitores, que se ubica en el entorno de Tamayo (Oña), para luego acercarnos a ver la cueva sepulcral del Sastre.
Como hacía tantos años que no iba a esta cueva artificial, mi memoría nos jugó una mala pasada. Estuvimos dando vueltas como peonzas por una zona equivocada y a punto estuvimos de tirar la toalla. Pero al final conseguimos encontrarla.
En este mismo trayecto también existe una covacha artificial que llaman La Sepultura. En su día hice referencia a esta curiosa covacha, pero viendo que el paisaje pareciera que hubiera cambiado, pasamos de largo para no liarnos. No obstante lo recuerdo en este enlace: Covacha artificial en el paraje La Sepultura.
El tiempo pasó volando y después de reponer fuerzas, y aún sabiendo que era tarde para ver la feria de la Manzana de las Caderechas que se celebraba en Cantabrana, decidimos, no obstante, darnos una vuelta por el pueblo con intención de enseñar a Pedro esta bonita localidad del Valle de Las Caderechas, comarca de la Bureba.
Ermita semi rupestre de San Vitores. Uno de los cuatro patrones de Oña.
Por la parte trasera se aprecia la peña donde la ermita está incrustada.
Interior de la ermita.
San Vitores sosteniendo en sus manos su propia cabeza cortada.
Por fín localizamos la cueva artificial El Sastre. El Padre Íbero la atribuyó un origen sepulcral del calcolítico.
Aún nacen plantones de las antiguas viñas de chacolí.
Cruces de estilización humana.
Otro ejemplar de vid en sus cercanías.
En el entorno de la cueva se aprecian diversos bancales escalonados.
Al fondo se encuentra Cantabrana pero el arbolado impide apreciarla.
Y llegamos a CANTABRANA.
Exapétalas y cruces (espantabrujas) colocadas encima de los arcos de las puertas. Antiguo artículo relativo a Cantabrana: El legado urbano de un gran pasado.
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