El Hospital del Rey de Burgos es una institución con una rica historia que se remonta al siglo XII. Fundado en 1195 por el rey Alfonso VIII de Castilla, este hospital desempeñó un papel fundamental en la atención de peregrinos y enfermos durante siglos.
Su creación estuvo estrechamente ligada a la importancia de Burgos como punto clave en el Camino de Santiago. El hospital se concibió como un lugar de acogida para los peregrinos que transitaban por la ciudad, ofreciéndoles refugio, comida y asistencia médica. Esta función caritativa lo convirtió en un referente en la Edad Media.
Desde sus inicios, el Hospital del Rey estuvo bajo la tutela del Monasterio de las Huelgas, uno de los monasterios femeninos más importantes de la Corona de Castilla. Esta vinculación otorgó al hospital un carácter especial y garantizó su continuidad a lo largo de los siglos.
A lo largo del tiempo, el Hospital del Rey experimentó diversas transformaciones. Su estructura original, de estilo gótico, se fue modificando con el paso del tiempo debido a ampliaciones y reformas.
Durante la Guerra Civil Española, el hospital fue utilizado como centro médico para las tropas marroquíes, lo que provocó importantes cambios en su configuración. Se construyó una mezquita en el patio, aunque sus restos no se conservan en la actualidad.
A finales del siglo XX, el edificio fue recuperado para usos universitarios, lo que permitió su conservación y puesta en valor. Actualmente, el Hospital del Rey es un importante centro cultural y educativo, donde se llevan a cabo diversas actividades y eventos.
Entrada a la Villa. A su espalda Casa Azofra donde degustamos su famoso lechazo al horno de leña. |
Hospital del Rey. Universidad de Burgos. |
La ermita de San Amaro, situada en el entorno del Hospital del Rey de Burgos se remonta a 1614, gracias a la iniciativa de fray Pedro de Lazcano, quien además mandó construir el sepulcro del santo en este mismo lugar.
La ermita no es solo un templo, sino un auténtico santuario donde descansan los restos de San Amaro. Esta circunstancia ha convertido al lugar en un foco de peregrinación y devoción popular a lo largo de los siglos. La figura de San Amaro, rodeada de leyendas y milagros, ha atraído a numerosos fieles que buscan su protección y consuelo.
La ermita de San Amaro destaca por su estilo barroco, aunque su retablo mayor, de estilo neogótico, data de 1907. Además, en sus alrededores se encuentra un pequeño cementerio del siglo XVIII.
La ermita está ubicada en la zona oeste de Burgos, formando parte del Camino de Santiago, al igual que el Hospital del Rey. Esta vinculación con la ruta jacobea ha contribuido a aumentar su relevancia histórica y religiosa, convirtiéndola en un punto de referencia para los peregrinos que recorren este ancestral camino.
Sepulcro de San Amaro, obra de Pedro de Lazcano. |
VÍDEO ELABORADO POR KEPA B. RUANO:
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