Museo-taller Escuela Benaiges (Bañuelos de Bureba) y alguna cosa más.

 La Asociación Escuela Benaiges de Bañuelos de Bureba fue la que recuperó y restauró  la escuela del pueblo con objeto de rescatar la memoria y el trabajo del antiguo maestro republicano Antoni Benaiges.

   Nacido en Mont-roig del Camp en 1903, ejerció su docencia en Bañuelos de Bureba, donde impartió clases de primaria durante dos años utilizando la imprenta y otras técnicas del pedagogo francés Célestin Freinet. Durante el verano de 1936 tenía previsto viajar con su alumnado a visitar por primera vez el mar pero todo se truncó al ser detenido en Briviesca el 19 de julio, después de producirse el golpe de Estado que desencadenaría la guerra civil española. 

El 20 de julio el pueblo de Bañuelos recibió la visita de las milicias de Falange Española. Fueron directamente a la escuela y, mientras unos recababan datos e informes del cura, del alcalde y de algunos vecinos, otros amontonaban ante el edificio lo que consideraban subversivo: libros, material escolar, imprentas, trabajos de alumnos y la colección de los cuadernos que quedaban como archivo, que redujeron a cenizas. Alguien pudo salvar del fuego las redacciones manuscritas y escondió un par de ejemplares de los cuadernos a los que, afortunadamente,  se sumaron todos los que la familia Benaiges conservó. 

  Días después, el 25 de julio de 1936 fue fusilado por los fascistas  y enterrado en una fosa común en el paraje de La Pedraja. (Vídeo: Desenterrando el silencio).

    En 2010, durante una exhumación de una de las fosas de La Pedraja, apareció el cadáver de Benaiges junto a otros cientos que yacían olvidados.

   Desde hace tiempo tenía previsto ir a visitar este museo-escuela, pero, como sucede muchas veces, aquello que tenemos más cerca se convierte en lo más pospuesto. Al fin llegó la ocasión y ésta surgió a raíz de la gran polémica suscitada por la cancelación desacertada por parte del actual Alcalde del PP briviescano de una obra de teatro que homenajeaba a aquel maestro republicano que prometió a sus alumnos que en verano les llevaría a conocer el mar. 

Título de la obra.- El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca (dirigido por Xavier Bobés y Alberto Conejero, finalista en los premios MAX y en los Premis de la Crítica).

Para los que estén interesados en visitar
el Museo-Taller Escuela Benaiges.

   Como tenemos por costumbre, nos acercamos al pueblo con antelación para callejear primero por sus calles y conocer el escenario donde se desarrollaron los acontecimientos. Al llegar la hora, tecleamos la contraseña en un pequeño panel situado en el lateral derecho de la puerta de acceso a la escuela y entramos para verla.

     Al final del post he creído oportuno recuperar de mi memoria algo que tenía enquistado y que nunca pensé que contaría. Pero hecho está. 

Plaza Mayor de Bañuelos.

Ascendiendo a la iglesia.

Espadaña de la iglesia de Santa María.

Detalles desde la iglesia.

Hexapétalas.

Un pequeño crucero enfrente de la iglesia

Casa de las conchas.

Arquitectura típica del pueblo. Puertas con doble dintel.

Haciendo tiempo por los alrededores de la escuela.

Pequeño puente en el arroyo Valdecilla.

El trigo en su punto. Al fondo...

...imponentes paramentos escalonados que bien pudieron ser soporte
 o defensas de alguna edificación importante en su cima. Suposiciones mías.

La escuela de Benaiges a la vista.

El entorno se viste de flores.

Ya son las 13 h, momento de abrir.

  

El maestro que prometió El mar.

Planta baja.

Guillotina similar a la que utilizaron para cortar folios.

Primera planta. 

El aula.

Pequeña imprenta manual con la que los estudiantes
confeccionaron cuadernillos y elaboraron un libro
que titularon El Mar.

Técnicas de impresión.

   VÍDEO ELABORADO POR KEPA B. RUANO:

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El pasado sigue aún presente entre estos muros y
a partir de ahora formará  parte de mí memoria.

   Mi padre, fallecido hace años, me contaba que mi abuelo Toribio pudo haber corrido la misma suerte que Benaiges y tantos otros,  por ser señalado como republicano, si no hubiera sido porque era el encargado de La Dula y tenía cierta amistad con el médico de Briviesca. No obstante lo pasó "francamente" mal. La Dula consistía en reunir el ganado de varios dueños para trasladarlos a pastar recorriendo las calles del pueblo y viceversa. Muchos bajos de las casas estaban destinadas a cuadras.

 Mis padres, aún siendo unos chavales en aquel tiempo, me relataron hechos espeluznantes de personas que tuvieron la mala suerte de ser señalados o denunciados por chivatos a la mínima sospecha de ser rojos. Las temidas sacas: una auténtica caza de brujas. Sólo era necesaria una sospecha para que te llevaran detenido, con nocturnidad, a un lugar desconocido para luego acabar fusilado en cunetas o en lugares como la Pedraja o el Puente de la Horadada. Allí te ponían junto al muro del puente, mirando al río Ebro a la altura de la desembocadura del Oca y te pegaban un tiro para luego lanzarte al río, el cual se teñía de rojo hasta casi Trespaderne. Suelo pasar con cierta frecuencia por ese puente y siempre me vienen a la mente inquietantes flashbacks.

Puente de la Horadada, antiguamente.

    A las mujeres, como castigo, las rapaban el pelo al cero y eran exhibidas por las calles del pueblo montadas en caballos, como escarnio público. 

    Incluso recién fallecido el dictador,  el hecho de mencionar, por lo que fuera, a Franco era tabú. Mi madre me espetaba:  ¡cállate que nos oyen los vecinos!.  Podría contar más cosas pero no quiero alargarme demasiado.

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El Hospitalillo. Briviesca 15 de Julio de 2023.

 Mientras concluía este post, la Asociación Escuela Benaiges convocó un acto el mismo día y en el mismo lugar  donde se canceló la representación teatral  para todos los que sentimos que la cultura es un bien que no puede ser censurado por motivos políticos. En este sentido se leyeron retazos de la obra por voluntarios de la Bureba, con momentos muy emotivos. El patio/claustro del Hospitalillo fue testigo de la gran afluencia de gente que asistió al evento.

Javier, en representación de la Asociación,
haciendo la presentación.

Lectura de varios párrafos de la obra.

Hubo momentos muy emotivos que no se podían disimular.

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    Me consuela pensar que la distopía  que representaba la llegada de los tiempos en  blanco y negro, se haya quedado en fugaces "déjà vu" que la mayoría de los demócratas hemos bloqueado con nuestros votos en la elecciones del 23j.