miércoles, 27 de octubre de 2021

Otoño en Briviesca.


 Día muy luminoso de otoño el que nos hizo el domingo pasado, por lo que no quisimos desaprovechar la ocasión para dar un paseo y contemplar los colores que nos brinda esta estación.

    Comenzamos subiendo al alto del Cardador o de Tío Pepe para contemplar las vistas de la ciudad y localizar algunos ejemplares de árboles que en la Bureba se denominan jerbales y a su fruto, la jerba (palabras recogidas en el libro El Habla de la Bureba). Se trata del serbal común (Serbus doméstica,) y que cada vez es más difícil de ver. No es rentable su cultivo porque empiezan a dar frutos a los diez años. Su madera es muy dura y blanca, muy apreciada. El fruto tiene que estar sobremadurado para que sea comestible o sirva para mermeladas, al igual que sucede con los nísperos.  

  La existencia de estos antiguos árboles (me refiero a los serbus domestica) cultivados desde tiempo inmemorial en el alto del Cardador,  hayan podido dispersar sus semillas por toda la ladera y se hayan naturalizado, generando híbridos o convirtiéndose en serbales de cazadores (hipótesis mías sin ninguna base científica jjj). Así se explicaría la gran proliferación de arbustos de hojas de color rojo intenso que adornan y destacan en toda la ladera, tal y como muestro en varias de las fotos.

   Después de descender por el camino de los romanos y traspasar el túnel bajo la N1 y la vía del tren, bajamos a internarnos en el ojo del puente medieval La Epitafia y contemplar su estructura. Seguidamente bordeamos el río Oca por la senda fluvial hasta el paraje de la Isla. 

Un trayecto ideal para admirar los múltiples tonos de color que nos ofrece el otoño y "experimentar" las nuevas y múltiples posibilidades de una videocámara deportiva, objeto de un regalo de navidad adelantado, a la persona que me cambió la vida y me hizo remontar el foso, mezcla de tristeza y apatía, donde estaba sumido: Pedro. De esto hace dos años y tres meses cuando nos conocimos por primera vez en Briviesca y había que estrenarla aquí, sí o sí.

 En el vídeo del final se puede comprobar las sorprendentes posibilidades que da este tipo de videocámara.


Subiendo al monte Tío Pepe.

Vistas de Briviesca desde el Alto.

Jerbal (Serbus domestica)



Jerbas

Puente de la Epitafia

León escudado.

Bajo el puente.


Río  Oca.

Serbales de cazadores.(Sorbus aucuparia)

Hacia el parque de la Isla.

Parque de La Isla.


  

Este vídeo "experimental" elaborado por Kepa B. Ruano es el fruto de su buen hacer y debo reconocer que me ha dejado "a cuadros". ¡Aúpa!:

6 comentarios:

El Deme dijo...

Fantástico vídeo, gracias por compartir la experiencia. Tengo que volver a Briviesca a por almendras garrapiñadas...mmmm.

ZáLeZ dijo...

Gracias a ti por saber apreciarlo y también por las garrapiñadas jjj. Un cordial saludo.

Rodrigo Conde dijo...

Los serbales se llaman en otras partes jerbos. Para mí es una de las frutas más sabrosas. En Llano de Bureba hay unos cuantos y se reproducen en el monte porque los raposos, a quienes les encanta esta fruta, la comen y después las semillas que se encuentran en sus excrementos hacen que salgan en diferentes lugares. Es un árbol muy tradicional y antiguo. De la misma manera los nísperos que cuando se ponen blandos en cuando se pueden comer, tienen también tradición en ciertas zonas de La Bureba.
Felicitaciones por el reportaje. Saludos.

Pili dijo...

Precioso el reportaje!!!!

ZáLeZ dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios.Saludos.

Unknown dijo...

Bonito, día y un extraordinario Publireportaje