sábado, 6 de diciembre de 2025

Ascenso Frío y Premeditado: La Calzada del Almiñé al Santuario de Nuestra Señora de la Hoz en su justo punto de nieve.


 
Hace un año que planeamos hacer el trayecto de El Almiñé a través de la Calzada del Pescado hasta el Santuario de Nuestra Señora de la Hoz. Sin embargo, necesitábamos la conjunción de condiciones meteorológicas idóneas para llevarlo a cabo.

Nuestro deseo era iniciar la ruta desde El Almiñé (sin nieve y con una temperatura agradable), para luego experimentar la aparición progresiva de la nieve y el frío a medida que ascendíamos al Santuario de la Virgen de la Hoz, evitando al mismo tiempo una nevada tan fuerte que nos impidiera el paso.

Ese momento llegó el 22 de noviembre de 2025. Los astros se alinearon (o, más bien, las previsiones meteorológicas fueron favorables) tras una nevada previa en cotas altas. Partimos con unos agradables 5ºC, para luego enfrentarnos al viento siberiano en la meseta, donde la temperatura rondaba los 0ºC o -1ºC. Esto se confirmó por los carámbanos intactos que colgaban de los tejados de la ermita, síntoma inequívoco de que estábamos bajo cero. Con el viento, la sensación térmica era aún más baja.

La Calzada de El Almiñé: 

La Cuesta de la Hoz, también conocida como la Calzada del Pescado, es uno de los restos mejor conservados de la calzada medieval que históricamente comunicó Burgos con los puertos del Cantábrico (Bilbao, Castro Urdiales, Santoña y Laredo).

Este tramo forma parte del antiguo Camino Real y salva la cota entre el Valle de Valdivielso y el Páramo meseteño, desde El Almiñé hasta el Santuario de Nuestra Señora de la Hoz. En poco más de dos kilómetros, se salva un desnivel de más de 350 metros, llegando al páramo, muy cerca del puerto de La Mazorra.

La construcción de esta calzada se ajusta a la tipología de los "caminos carreteriles", diseñados con un ancho de vía suficiente para el cruce de carretas de cuatro ruedas.

El firme se compone de un empedrado superior con ligeras pendientes laterales para facilitar la evacuación del agua de lluvia. Este empedrado está delimitado por grandes piedras a modo de bordillos.

El centro del tablero incluye un encintado central de piedras alargadas dispuestas longitudinalmente. Este eje divide la calzada en dos semicalles. Desde este eje central, parten encintados transversales en ángulo de 45º, cuya función era probablemente sujetar el firme y prevenir deslizamientos debido a las fuertes pendientes.

En la parte final del camino encontramos el acceso al páramo de Los Altos, donde se encuentra la ermita de Santa Isabel, también conocida como Santuario de Nuestra Señora de la Hoz. Junto al santuario podemos contemplar la vieja morera de La Hoz, "aguantando carros y carretas".

En las cercanías del Santuario se encuentran los restos de la Casa de las Lanas. En este punto, los trajineros de la Cabaña Real de Carreteros descargaban y almacenaban los fardos de lana y otros productos transportados.

Gracias a ciertos privilegios, las mercancías eran bajadas por arrieros y carreteros de Las Merindades, conocedores expertos de la temida cuesta. Este privilegio, que favorecía la economía comarcal, finalizaba al llegar a Bercedo, desde donde se organizaba el transporte final hacia el puerto de Bilbao.
   

Comienzo de la calzada.

Se aprecian muy bien las características constructivas de la calzada.

Siguiendo la ruta que nos marca la calzada.

La calzada aprovecha el quebrado relieve.

Corrales en ruinas.

Poco a poco empieza a aparecer la nieve.

Los perfectos talones de contención de la calzada.

A medida que ascendemos, el paisaje se abre.

La nieve cada vez más consistente.

Clic. Aparece gnomo que nos ha estado siguiendo.

Autoclic. Pero tiene que agacharse para que no parezcamos "Tip y Coll".

Clic.

A pesar de la nieve, siguen apreciándose muy bien los paramentos de la calzada.

Clic. El aire siberiano asoma el hocico y la capa de nieve se hace más evidente. Hay que ponerse la capucha.

Comienza a asomar el Santuario. La "Siberia" nos espera.

El viento gélido acota estos parajes.

El sol quiere asomarse pero no puede.

Chuzos intactos que no gotean. Estamos a 0ºC o -1ºC.

La ermita de Santa Isabel, también conocida como el Santuario de Nuestra Señora de la Hoz.

La vieja morera de la Hoz soportando el duro clima del lugar.

Estampas invernales.

Nos quedan dudas de si las ruinas del fondo se corresponden a la Casa de Las Lanas o, por el contrario, se refiere a la construcción adosada a la ermita, utilizada como establos.


Había que aprovechar ese momento mágico.

Preciosas estampas invernales y la inconfundible morera.

El Pozo de la Hoz, en las cercanías de la ermita.

Destaca su interesante arquitectura de la bóveda falsa. Las escaleras llegan hasta el manantial.

A un lado y al otro del manantial se aprecia muy bien (con luz) su perfecta construcción de bóveda falsa. Una obra de ingeniería antigua destacable.

Al otro lado se aprecia un respiradero al exterior, por donde algunos desaprensivos tiran objetos desechables que se observan en el fondo del manantial de aguas cristalinas.

Hora de salir del pozo.

A la salida se aprecia el grosor de la nevada y el Santuario al fondo.

Punto de destino y punto de partida. Tocaba regresar.


   VÍDEO ELABORADO POR KEPA B. RUANO: 

miércoles, 3 de diciembre de 2025

Iglesia románica de San Nicolás (El Almiñe - Merindad de Valdivielso).


  Sábado 22-11-2025.

   Uno de los valles que más me gustan de las Merindades es sin duda el Valle de Valdivielso, el cual he visitado muchas veces por la cantidad de lugares interesantes que existen a lo largo de su geografía.
   Como primera etapa nos hemos detenido en la localidad de El Almiñé, por su interesante iglesia románica.

   El Almiñé, situado en torno al antiguo "Camino del Pescado", calzada medieval por la que se conducía la lana castellana hasta los puertos del Cantábrico, se distribuye en tres barrios que cuentan con su propio templo: el barrio de Abajo o de Santa Lucía, el barrio de la iglesia y el de Fuente Miñé. En el barrio de la iglesia, en torno a tradicionales casas de buena arquitectura, aparece una fuente pilón lavadero, el potro de herrar, la bolera y la magnífica iglesia de San Nicolás.

En la localidad abundan las casonas señoriales blasonadas,  construidas entre los siglos XVI y XVIII, que son una clara muestra de la hidalguía y de la pujanza económica de estos pueblos. Entre estas se cuentan la Casa de los Díaz, la Casa de los Arce o la de los Ruíz Puente, con elegantes balcones moldurados y una hermosa galería de arcos de medio punto.


Caserón señorial de los Arce.


Iglesia de San Nicolás:

La nave románica, cubierta por bóveda de medio cañón y cúpula sobre trompas, compite con la enorme cabecera poligonal del siglo XVI, cubierta con bóveda estrellada.

En el exterior se aprecia el equilibrio entre la torre románica y el gran volumen de la cabecera. Románicos son canecillos, ajedrezados, ventanas y la portada septentrional. La actual puerta de acceso es de estilo neoclásico, muy elegante. En el interior las pinturas góticas cubren parte de sus muros.

Muchas opciones de rutas por el entorno.

Panorámica de El Almiñé en las afueras. No fue por casualidad el visitar estos parajes tras la nevada de días antes...

El potro de herrar.

Iglesia de San Nicolás.





Portada románica en el septentrión.


La torre cuadrada es de especial interés.

Ventanas con el típico ajedrezado jaqués.

Canecillos.

Arcos de la torre.



Canecillos de diversos motivos.




En las afueras y aplicando zoom observamos los Cárcavos de Quecedo y la sierra de la Tesla.


Las imágenes del interior del templo son de mi archivo de hace unos cuantos años.

Los famosos dragones.

Capitel del arco triunfal.



Desde el interior de la torre.





   VÍDEO ELABORADO POR KEPA B. RUANO: